Cuando hay que elegir calzado para los corredores, la evidencia nos muestra que todavía estamos algo a oscuras. *Este estudio no apoya la “sensación de comodidad” que sugería que los calzados pueden ser seleccionados en base a la comodidad. Sin embargo, muchos de los paradigmas existentes para la selección de zapatos también carecen de apoyo por parte de la evidencia.
La literatura sobre las zapatillas para correr y su influencia en la economía del corredor, la biomecánica y la tasa de lesiones es contradictoria, muchos estudios sugieren que hay una considerable variación individual en respuesta a las zapatillas. Puede ser mejor abordar la selección del calzado de forma puramente individual y considerar cómo podría vincularse a la mejora de los objetivos del corredor.
Por ejemplo, en el caso de los atletas, vemos que su principal objetivo clínico suele ser reducir el dolor, por lo que podríamos probar una variedad de calzados y ver cuáles, si es que hay alguno, ayudan a conseguirlo. La disminución del dolor puede relacionarse con una reducción de la carga mediante un calzado con un mayor tiempo de caída del talón a los dedos reduciendo el trabajo del tendón de aquiles. Sin embargo, no siempre se observa una relación tan clara entre la selección del calzado, el cambio de carga y la alteración de los síntomas.
Cuando el objetivo es alterar la biomecánica o mejorar el rendimiento, puede que necesitemos hacer pruebas más científicas e incluir la evaluación de la marcha y la economía en carrera, posiblemente en un entorno de laboratorio.
La pregunta es si vale la pena invertir tanto tiempo y recursos en la selección del calzado. Sería mejor centrar nuestra atención en otras áreas más importantes para la mayoría de los corredores, como optimizar el entrenamiento y la recuperación o introducir sesiones de fuerza y el acondicionamiento.
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*Fuente: Lindorfer J, Kröll J and Schwamede