No existe una explicación científica consensuada de por qué el clima podría afectar al dolor, pero se han ofrecido varias especulaciones, entre ellas las siguientes:
• El placebo o el sesgo de confirmación
• Los cambios en la presión barométrica, que tienen efectos mecánicos en las articulaciones o los tendones ya que la baja presión afecta a la sensibilidad de los nociceptores
• La reducción de los niveles de actividad física saludable; y con esto se presenta una baja en el estado de ánimo
• La menor exposición al sol afecta a la producción de vitamina D, a los ritmos circadianos y/o a los patrones de sueño
La investigación que examina esta asociación es conflictiva, de mala calidad, y proporciona poca evidencia a favor de una conexión significativa. Sin embargo, al examinar la totalidad de la investigación actual los autores concluyeron que “si existe una asociación, no es probable que sea fuerte”*
Si crees que los cambios climatológicos te producen alteraciones en articulaciones o en tus músculos, la razón puede ser otra, es necesario que te examine un fisiatra profesional y determine las condiciones de tu cuerpo y a su vez te diseñe un plan para mejorarlas.
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*Fuente: Beukenhorst A, Schultz D, McBeth J, Sergeant J, Dixon W (2020) Are weather conditions associated with chronic musculoskeletal pain? Review of results and methodologies. Pain, 161(4), 668-683.